Dos de cada tres atropellos en la ciudad se producen ya sobre los pasos de peatones
De los 218 arrollamientos del año pasado, 147 sucedieron cuando la víctima cruzaba por uno de ellos
La estadística convierte a los pasos de peatones en las zonas más peligrosas para cruzar una calle. Aunque puede sonar sorprendente, el balance de siniestros de la Policía Local de 2011 así lo refleja. Dos de cada tres atropellos que se registraron en Vigo ocurrieron cuando la víctima atravesaba por una zona habilitada. En total se cotabilizaron 218, una treintena menos que en 2010. De ellos, 141 se produjeron cuando el viandante estaba en un paso de cebra. La tendencia se mantiene en 2012. De las 18 personas embestidas por un coche en enero, 12 cruzaban la calle por un paso peatonal.
Aunque los atropellos se reducen –en 2010 se habían contabilizado 250– lo cierto es que solo disminuyen los que se registran fuera de los pasos de peatones. No así los que suceden sobre ellos, que se incrementan. De hecho, la cifra de 141 víctimas arrolladas por un vehículo cuando caminaban por un paso de cebra es la mayor que se registra en Vigo desde al menos el año 2005.
Curiosamente las 77 personas que fueron atropelladas cuando cruzaban una calle sin hacerlo por una zona habilitada para ello también marca un registro histórico, pero en positivo, ya que es la primera vez que en Vigo se baja del centenar de heridos.
La elevada siniestralidad sobre los pasos de peatones contrasta con el blindaje al que los ha sometido la Concejalía de Tráfico durante los últimos años. Aunque en la práctica se presupone que son ya las zonas más seguras para cruzar una calle –tanto por señalización como por ubicación– lo cierto es que el Concello multiplicó las medidas para hacerlos más seguros. Para ello instaló desde farolas específicas con luces intermitentes, pasando por contadores que permiten al peatón y al conductor conocer cuándo cambiará de color el semáforo, hasta centenares de pasos de cebra resaltados y badenes para reducir la velocidad de los vehículos y evitar este tipo de accidentes.
También decenas de calles del centro se han reconvertido en zonas "prioritarias para peatones" con la limitación de velocidad a solo 30 km/h. Pero ni ésta, ni el resto de medidas ha sido suficiente por ahora para conseguir que los peatones de Vigo sean intocables.
Aunque la cifra de arrollamientos continúa siendo elevada y Tráfico no ha logrado por ahora que ésta se sitúe por debajo de los 200 anuales, lo cierto es que la mayoría de estos accidentes se salda con heridos leves. Solo una de las 226 personas atropelladas en los 218 atropellos registrados el año pasado falleció tras el siniestro. Los hechos ocurrieron en la calle Buenos Aires. Otras 26 tuvieron daños graves, mientras que las 199 restantes el accidente no fue más que un susto con consecuencias leves.
Gran Vía, como de costumbre, no solo se alzó como la calle con mayor número de atropellos en 2011, sino que también se sitúa –a tenor de las estadísticas– como el vial con los pasos de peatones más peligrosos. De los 12 arrollamientos registrados, en 11 la víctima cruzaba por uno de ellos. Le siguen en el ranking Urzáiz, con 8 arrollamientos; avenida de la Florida, con 7, y Sanjurjo Badía y Venezuela, ambas con 6.
Los miércoles y jueves son, según las cifras policiales, los días con mayor siniestralidad, con 43 y 39 atropellos respectivamente. Sábados y domingos, con 15 y 19, se sitúan como los de menor siniestralidad.
Mayores de 45 años
En cuanto al perfil de las víctimas, más del 50% de las personas atropelladas tenían más de 45 años. Hasta los 65 se encuentran el 28,1% de los heridos; y de 65 en adelante, el 23,1%. Por sexos, la mujeres, con 123 casos, son mayoría frente a los hombres, con 93.
Aunque el descenso de los atropellos que ocurren fuera de los pasos de cebra y el aumento de este tipo de siniestros sobre las zonas habilitadas puede significar una mayor concienciación de los viandantes a la hora de cruzar la calle, lo cierto es que un gran número de estos accidentes continúan siendo por culpa del peatón. Así, y según la Policía Local, de los 218 atropellos, 57 fueron imputables al viandante. De ellos, 22 por no cruzar por el paso de peatones; 16 por no respetar el semáforo, y 19 por irrumpir de forma brusca en la calzada.
Esta elevada tasa de culpabilidad del peatón llevó incluso a la Policía Local a activar el año pasado una campaña para multar y concienciar a los viandantes, sin embargo esta "presión" policial apenas duró unos días.
Aunque los atropellos se reducen –en 2010 se habían contabilizado 250– lo cierto es que solo disminuyen los que se registran fuera de los pasos de peatones. No así los que suceden sobre ellos, que se incrementan. De hecho, la cifra de 141 víctimas arrolladas por un vehículo cuando caminaban por un paso de cebra es la mayor que se registra en Vigo desde al menos el año 2005.
Curiosamente las 77 personas que fueron atropelladas cuando cruzaban una calle sin hacerlo por una zona habilitada para ello también marca un registro histórico, pero en positivo, ya que es la primera vez que en Vigo se baja del centenar de heridos.
La elevada siniestralidad sobre los pasos de peatones contrasta con el blindaje al que los ha sometido la Concejalía de Tráfico durante los últimos años. Aunque en la práctica se presupone que son ya las zonas más seguras para cruzar una calle –tanto por señalización como por ubicación– lo cierto es que el Concello multiplicó las medidas para hacerlos más seguros. Para ello instaló desde farolas específicas con luces intermitentes, pasando por contadores que permiten al peatón y al conductor conocer cuándo cambiará de color el semáforo, hasta centenares de pasos de cebra resaltados y badenes para reducir la velocidad de los vehículos y evitar este tipo de accidentes.
También decenas de calles del centro se han reconvertido en zonas "prioritarias para peatones" con la limitación de velocidad a solo 30 km/h. Pero ni ésta, ni el resto de medidas ha sido suficiente por ahora para conseguir que los peatones de Vigo sean intocables.
Aunque la cifra de arrollamientos continúa siendo elevada y Tráfico no ha logrado por ahora que ésta se sitúe por debajo de los 200 anuales, lo cierto es que la mayoría de estos accidentes se salda con heridos leves. Solo una de las 226 personas atropelladas en los 218 atropellos registrados el año pasado falleció tras el siniestro. Los hechos ocurrieron en la calle Buenos Aires. Otras 26 tuvieron daños graves, mientras que las 199 restantes el accidente no fue más que un susto con consecuencias leves.
Gran Vía, como de costumbre, no solo se alzó como la calle con mayor número de atropellos en 2011, sino que también se sitúa –a tenor de las estadísticas– como el vial con los pasos de peatones más peligrosos. De los 12 arrollamientos registrados, en 11 la víctima cruzaba por uno de ellos. Le siguen en el ranking Urzáiz, con 8 arrollamientos; avenida de la Florida, con 7, y Sanjurjo Badía y Venezuela, ambas con 6.
Los miércoles y jueves son, según las cifras policiales, los días con mayor siniestralidad, con 43 y 39 atropellos respectivamente. Sábados y domingos, con 15 y 19, se sitúan como los de menor siniestralidad.
Mayores de 45 años
En cuanto al perfil de las víctimas, más del 50% de las personas atropelladas tenían más de 45 años. Hasta los 65 se encuentran el 28,1% de los heridos; y de 65 en adelante, el 23,1%. Por sexos, la mujeres, con 123 casos, son mayoría frente a los hombres, con 93.
Aunque el descenso de los atropellos que ocurren fuera de los pasos de cebra y el aumento de este tipo de siniestros sobre las zonas habilitadas puede significar una mayor concienciación de los viandantes a la hora de cruzar la calle, lo cierto es que un gran número de estos accidentes continúan siendo por culpa del peatón. Así, y según la Policía Local, de los 218 atropellos, 57 fueron imputables al viandante. De ellos, 22 por no cruzar por el paso de peatones; 16 por no respetar el semáforo, y 19 por irrumpir de forma brusca en la calzada.
Esta elevada tasa de culpabilidad del peatón llevó incluso a la Policía Local a activar el año pasado una campaña para multar y concienciar a los viandantes, sin embargo esta "presión" policial apenas duró unos días.
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