Condenan a 40 días de trabajos sociales a un vigués cazado ebrio al volante por ir despacio
Su lentitud llamó la atención de una patrulla que buscaba a un atracador
Un conductor vigués cazado ebrio al volante por lo despacio que circulaba, fue condenado ayer "in voce" tras el juicio celebrado en el Juzgado de Penal 3 de Vigo a 40 días de trabajo comunitario y retirada del carné de conducir durante un año y tres meses.
El acusado arrojó 0,95 en la prueba etílica a la que fue sometido, por lo que el magistrado le considera culpable de un delito contra la seguridad vial sin concurrencia de circunstancias modificativas, frente a la petición fiscal que solicitaba 10 meses multa a razón de 6 euros diarios, la retirada del permiso de conducir durante 2 años y seis meses y el pago de la s costas del juicio. Su defensa pidió la absolución, o en todo caso la pena mínima al carecer de antecedentes y tratarse de un hecho puntual.
El único testigo de parte, el propietario del vehículo que viajaba en el asiento del copiloto cuando fueron interceptados una madrugada del pasado mes de febrero, admitió que habían bebido algunas copas y que le dejó conducir el coche "porque estaba mejor que yo".
Uno de los agentes que procedió a su detención explicó que el conductor apenas se tenía en pie, tenía un habla pastosa y resultó poco colaborador, ya que no entendía bien lo que le pedían.
"Íbamos buscando al atracador que había asalto el asador Soriano cuando un coche nos llamó la atención por lo despacio que circulaba. Se cruzó a nuestra altura con la luz interior encendida y el conductor como buscando algo dentro. Hizo una maniobra extraña y le alcanzamos en el semáforo. Le pedimos que lo pasara y aparcara y se negó, nos decía que estaba rojo y que él no pasaba así el semáforo", relató el agente. Cuando le pidieron la documentación se negó a entregarla, según el relato del agente de la Policía Nacional. Ante esta situación optaron por alertar a la Policía Local. Un furgón de atestados se acercó al lugar y practicó la prueba de alcoholemia, que arrojó un resultado de 0.95.
El acusado, B.L.F., a preguntas del magistrado, expuso que prefería realizar trabajos para la comunidad que pagar una multa económica.
El acusado arrojó 0,95 en la prueba etílica a la que fue sometido, por lo que el magistrado le considera culpable de un delito contra la seguridad vial sin concurrencia de circunstancias modificativas, frente a la petición fiscal que solicitaba 10 meses multa a razón de 6 euros diarios, la retirada del permiso de conducir durante 2 años y seis meses y el pago de la s costas del juicio. Su defensa pidió la absolución, o en todo caso la pena mínima al carecer de antecedentes y tratarse de un hecho puntual.
El único testigo de parte, el propietario del vehículo que viajaba en el asiento del copiloto cuando fueron interceptados una madrugada del pasado mes de febrero, admitió que habían bebido algunas copas y que le dejó conducir el coche "porque estaba mejor que yo".
Uno de los agentes que procedió a su detención explicó que el conductor apenas se tenía en pie, tenía un habla pastosa y resultó poco colaborador, ya que no entendía bien lo que le pedían.
"Íbamos buscando al atracador que había asalto el asador Soriano cuando un coche nos llamó la atención por lo despacio que circulaba. Se cruzó a nuestra altura con la luz interior encendida y el conductor como buscando algo dentro. Hizo una maniobra extraña y le alcanzamos en el semáforo. Le pedimos que lo pasara y aparcara y se negó, nos decía que estaba rojo y que él no pasaba así el semáforo", relató el agente. Cuando le pidieron la documentación se negó a entregarla, según el relato del agente de la Policía Nacional. Ante esta situación optaron por alertar a la Policía Local. Un furgón de atestados se acercó al lugar y practicó la prueba de alcoholemia, que arrojó un resultado de 0.95.
El acusado, B.L.F., a preguntas del magistrado, expuso que prefería realizar trabajos para la comunidad que pagar una multa económica.
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