La Policía Local controla una media de 200 vehículos al mes
Los agentes realizan dispositivos de vigilancia de conductores casi todos los fines de semana
El elevado número de delitos relacionados con la seguridad vial lo atribuye la Fiscalía en su informe a la acción conjunta del constante control policial del tráfico viario junto con la reforma del Código Penal.
En Vigo, la Policía Local lleva a cabo controles semanales, principalmente durante las noches de los viernes y sábados, para hacer hincapié principalmente en la ingesta de alcohol, mientras mantiene otro tipo de dispositivos diarios de control de velocidad. De media, estos controles suelen inspeccionar a unos cincuenta vehículos cada día, con cerca de una veintena de pruebas de alcoholemia, lo que supone la vigilancia de unos 200 vehículos al mes.
Es, a través de estos balances semanales, donde se dan a conocer resultados positivos por vía judicial al superar los límites establecidos para infracciones administrativas y también y cada vez con más frecuencia, los casos en los que el conductor carece de permiso o licencia.
Según fuentes de la Policía Local, durante la madrugada de ayer se registraron dos alcoholemias positivas, una por vía judicial y otra por vía administrativa. La mismas fuentes indicaron que aunque la mayoría de test se realizan durante los dispositivos habilitados para tal efecto, en ocasiones, las propias patrullas pueden actuar si consideran que hay indicios de conducción bajo efectos de alguna sustancia, no sólo alcohólica sino estupefaciente. En este último caso, la puesta en marcha de los narcotest ha sido clave para la detección de delitos, aunque la Fiscalía reconoce que todavía en este ámbito hay serias dudas entre las fuerzas de seguridad al ser una materia nueva en la que se lleva trabajando desde 2010. La Policía establece dispositivos en los puntos considerados 'conflictivos' durante los fines de semana, como Beiramar, Las Avenidas, Paseo de Alfonso o Plaza de España.
La Guardia Civil de Tráfico también lleva a cabo campañas los fines de semana y con mayor regularidad en temporadas vacaciones y de incremento de flujo de vehículos, como puentes festivos. Este que se inició ayer será uno de los que se espera afluencia de desplazamientos coincidiendo con el 1 de mayo.
Es, a través de estos balances semanales, donde se dan a conocer resultados positivos por vía judicial al superar los límites establecidos para infracciones administrativas y también y cada vez con más frecuencia, los casos en los que el conductor carece de permiso o licencia.
Según fuentes de la Policía Local, durante la madrugada de ayer se registraron dos alcoholemias positivas, una por vía judicial y otra por vía administrativa. La mismas fuentes indicaron que aunque la mayoría de test se realizan durante los dispositivos habilitados para tal efecto, en ocasiones, las propias patrullas pueden actuar si consideran que hay indicios de conducción bajo efectos de alguna sustancia, no sólo alcohólica sino estupefaciente. En este último caso, la puesta en marcha de los narcotest ha sido clave para la detección de delitos, aunque la Fiscalía reconoce que todavía en este ámbito hay serias dudas entre las fuerzas de seguridad al ser una materia nueva en la que se lleva trabajando desde 2010. La Policía establece dispositivos en los puntos considerados 'conflictivos' durante los fines de semana, como Beiramar, Las Avenidas, Paseo de Alfonso o Plaza de España.
La Guardia Civil de Tráfico también lleva a cabo campañas los fines de semana y con mayor regularidad en temporadas vacaciones y de incremento de flujo de vehículos, como puentes festivos. Este que se inició ayer será uno de los que se espera afluencia de desplazamientos coincidiendo con el 1 de mayo.
Por otro lado, el incremento de delitos relacionados con la seguridad vial se ha puesto de manifiesto en los juicios rápidos que a diario se celebran en los juzgados vigueses. La mayoría de vistas tienen que ver con el la conducción bajo los efectos del alcohol y habitualmente no llegan a celebrarse al acordarse la condena entre la fiscalía y la defensa. Las penas pueden ser de prisión o de trabajos en beneficio de la comunidad, una medida que, desde su implantación colapsó los centros de gestión de ejecución de penas.
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