martes, 19 de junio de 2012

La Opinión de la Coruña

Uno de cada tres muertos en accidentes de tráfico en Galicia conducía ebrio

Los conductores mayores de 50 años abusan más del alcohol que los jóvenes


 El alcohol es la gran lacra de la accidentalidad en las carreteras gallegas. Ni las continuas campañas de la DGT ni las amenazas de multa e incluso pena de cárcel logran convencer a los que se ponen con una copa de más al volante. Las autopsias practicadas a las víctimas de accidentes de tráfico ocurridos en Galicia ratifican la presencia del alcohol en un elevado número de siniestros. Hasta un 33,6% de las víctimas de tráfico registradas el año pasado en la comunidad gallega, incluidos los peatones, superaba la tasa de alcohol permitida (0,5 gramos por litro en sangre), según el balance del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) recogido por la Fiscalía Superior en la memoria de 2011.

A la vista de las estadísticas de Tráfico del año pasado, parece que el consejo de si bebes no conduzcas no ha calado entre los conductores gallegos. Y sobre todo entre los automovilistas más veteranos. El mayor número de positivos, según alerta el Imelga, se concentran entre la franja de edad de entre 51 y 60 años. Y la mayoría, seis de cada diez, con una tasa superior al 1,4 g/l. "Son cada vez más los jóvenes que toman conciencia del riesgo que supone ponerse al volante tras haber consumido alcohol", celebra el jefe de Tráfico de A Coruña y coordinador de los centros territoriales de Galicia, Pedro Pastor del Castillo. Y en este sentido, alude a la figura del "conductor alternativo" para las noches del fin de semana en las zonas de ocio. Según apunta Pastor, son cada vez más los grupos de amigos que organizan turnos para que no beba nada de alcohol quien luego vaya a ponerse al volante. No obstante, el responsable de la DGT en Galicia apunta que el problema del alcohol en la conducción está en los conductores de más de 40 años y que el consumo supone un problema de salud. "El alcohol en la conducción hay que empezar a verlo como un problema de salud. Se debe intentar que esta gente asista a un programa de desintoxicación y resuelva el problema de seguridad vial y también, el personal", reflexiona Pastor.

En cuanto a las condenas para los conductores cazados con una tasa de alcohol superior a la permitida, el jefe de Tráfico en Galicia apunta que para un conductor que tiene un problema "puntual" con el alcohol, verse ante el juez suele ser "suficiente" para que empiece a modificar sus hábitos. Si por la reincidencia, entra en prisión, lo "normal" es que "reconduzca su comportamiento".

Decomiso del vehículo

Sin embargo, Pastor reconoce que "hay conductores que ni tomando estas medidas varía su comportamiento". Para estos casos, Pastor comparte el criterio defendido por la Fiscalía de Seguridad Vial: el decomiso del vehículo.

Solo en 2011, un total de 4.834 conductores fueron llevados a juicio en Galicia por superar la tasa de alcohol permitida, según la memoria de la Fiscalía. O lo que es lo mismo, una media de 400 automovilistas fueron juzgados cada mes en la comunidad por ponerse al volante con una copa de más. Un volumen de vistas que supone el 63% de las celebradas por delitos de tráfico.

Las estadísticas del año pasado revelan un aumento del 13% de los delitos de conducción bajo influencia de bebidas alcohólicas o drogas. En cuanto al consumo de sustancias psicoactivas, el Imelga revela que un 8% de las víctimas de accidentes de tráfico registradas el año pasado en Galicia estaban bajo su influencia.

Los conductores no podrán pisar tanto el acelerador en las carreteras secundarias. La propuesta de Tráfico de reducir de 100 kilómetros por hora a 90 km/h el límite de velocidad en estas vías, adelantada el viernes por este periódico, se hará realidad. Cuatro días después de que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se hiciese eco de las limitaciones de velocidad en fase de estudio por parte de la DGT, fue él mismo quien anunció tener "bastante claro" que van a reducir a 90 km/h velocidad en las vías convencionales, donde se producen ocho de cada diez accidentes mortales.

Fernández Díaz aseguró que están "bastante convencidos" de reducir este límite para mejorar en seguridad vial, aunque apuntó que lo implementarán en el momento adecuado. Sobre la posibilidad de aumentar el límite máximo de las autopistas y autovías a 130 km/h, el ministro del Interior apuntó ayer que también lo están estudiando, aunque todavía "no hay una decisión tomada". "Hay un consenso social de que el diferencial entre las autopistas y autovías y las carreteras convencionales de 20 km/h no es razonable", reflexionó Fernández Díaz, para quien hay tres opciones de cambiarlo: subiendo la velocidad de autopistas y autovías, bajando la de las carreteras secundarias o un sistema mixto.

Las principales asociaciones de víctimas de accidentes aplaudieron la decisión de disminuir la velocidad en las carreteras convencionales al entender que va a reducir el número de accidentes. Una opinión compartida por el jefe de Tráfico en Galicia, Pedro Pastor, quien la semana pasada ya apuntaba que unificar a 90 km/h la velocidad en las vías convencionales "ayudará" a rebajar los accidentes. "La mayoría -argumentaba- se producen por exceso de velocidad y distracciones, con lo que a menos velocidad habrá más margen para reaccionar y corregir una situación de riesgo".

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