viernes, 14 de septiembre de 2012

Faro de Vigo


Un conductor "kamikaze" que sembró el caos en la AP-9 y en Pontevedra acepta 7 años de cárcel

Protagonizó una fuga en la que intentó echar de la calzada a los coches patrulla y en la que hirió a un agente y a un particular


 Siete años y tres meses de prisión. Una pena ejemplar para un comportamiento poco ejemplarizante y peligroso al volante. Es la condena que asumió ayer en el Juzgado de lo Penal 2 de Pontevedra un conductor temerario que circulaba sin carné y que no dudó en llevarse por delante cualquier coche de Policía, Guardia Civil o particular que intentase darle el alto. En su alocada huida causó heridas a un agente y a un particular y llegó a circular en dirección contraria por la AP-9, generando un caos de tráfico y causando el pánico entre el resto de los usuarios de la autopista a la altura de Pontevedra. La dueña del coche, que iba de copiloto, A.R.Z., aceptó tres meses de prisión y el decomiso del vehículo por dejarle el turismo pese a que el acusado tenía retirado el carné.
Este conductor, David Jiménez Carneiro, reconoció ayer los hechos en una comparecencia por videoconferencia y logró reducir mínimamente las penas que solicitaba inicialmente el fiscal y que sumaban 9 años de prisión. Aún así, el Ministerio Público consideraba muy graves los hechos y mantuvo una petición de tres años y seis meses por un delito de conducción temeraria en concurso con lesiones; 3 años, 9 meses y 1 día por delito de atentado a un agente de la autoridad agravado –por emplear un instrumento peligroso como el coche para la agresión– y 18 meses de multa por circular sin carné.
Según el relato de los hechos del fiscal que asumió el acusado, el 27 de abril del pasado año David Jiménez circulaba al volante de un Seat Ibiza por la rotonda de Campañó a pesar de tener retirado el permiso de conducir. Una patrulla de la Policía Nacional que observó como realizaba una maniobra antirreglamentaria le dio el alto y el acusado detuvo el vehículo. Sin embargo, cuando los policías se acercaban a su coche, aceleró "sorpresivamente" circulando a toda velocidad por la carretera entre Vilagarcía y Pontevedra (la PO-531), iniciando la persecución el vehículo policial. Mientras iba por este tramo de la PO-531 entre Campañó y Pontevedra, el acusado se saltó señales de stop y realizó adelantamientos que obligaron al resto de coches a arrimarse al arcén. De hecho, al colocarse el vehículo policial a la altura del conducido por esta persona, "lo embistió para intentar echarlo de la carretera", pero sin conseguirlo.
A la altura del acceso de la AP-9 en el nudo de Bomberos, este conductor se incorporó a la autopista en dirección a Santiago. En este punto eran varios coches los que se habían sumado a la persecución y lograron colocarse de nuevo a su altura. En lugar de detenerse, el acusado volvió a intentar echarlos fuera de la calzada. En ese momento los policías –que ya estaban siendo auxiliados por otro vehículo de la Guardia Civil– intentaron arrinconarlo contra la valla de la autopista. Al verse acorralado, el imputado maniobró, giró en redondo en plena AP-9 y comenzó a circular en dirección contraria, poniendo en "grave peligro" a los vehículos que circulaban de forma correcta.
Río
El acusado tomó entonces la salida de la autopista del nudo de Bomberos, pero en dirección contraria, y allí fue donde colisionó contra el turismo de un particular que resultó herido. Lejos de poner fin a su huida, el acusado continuó "a gran velocidad" hacia Poio. Allí volvió a embestir al vehículo policial y un agente sufrió lesiones. El acusado, al llegar a la rotonda de A Barca, y debido a un atasco, siguió su fuga a pie. De hecho, llegó a tirarse al río Lérez para intentar cruzarlo a nado, pero fue detenido en la orilla.

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