La Opinion de la Coruña

Cuatro coches accidentados tras otra caída de rocas sobre la autopista AG-55

El desprendimiento, a causa de las lluvias según la Xunta, ocurrió sobre las cuatro de la madrugada a unos 160 metros del peaje de Arteixo en dirección A Coruña y no causó heridos

Un vehículo y un furgón y después otros dos turismos se vieron implicados en un accidente tras el desprendimiento de varias rocas de grandes dimensiones que cayeron sobre el arcén y la cuneta de la autopista AG-55 que une A Coruña con Carballo a las 04.16 horas de la madrugada del lunes al martes. Ninguno de los ocupantes de los vehículos resultó herido según informó el 112 que movilizó hasta la zona una ambulancia tras recibir la llamada de un particular. La Xunta apuntó ayer que el accidente se originó "probablemente por las lluvias intensas producidas en los dos últimos días".

Las rocas caídas desde lo alto del talud, una decena y alguna de hasta un metro de diámetro, doblaron el guardarraíl y alguna llegó hasta el arcén, al borde de la calzada, lo que supuso un gran susto para los conductores que circulaban en aquel momento de la madrugada por esta vía. El accidente tuvo lugar en el kilómetro 6,5, a unos 160 metros del peaje de Arteixo en dirección A Coruña, a menos de un kilómetro de la zona donde se produjo en 2009 el espectacular desprendimiento de rocas sobre la AG-55 en el que resultó herido un joven que iba en un turismo.

Al lugar se desplazaron también agentes de la Guardia Civil de Tráfico, personal del centro de Gestión de Tráfico y efectivos del Grumir de Arteixo. El accidente obligó a cortar uno de los dos carriles de la AG-55 en dirección a A Coruña, el más próximo al desprendimiento, en un tramo de un kilómetro, para poder realizar las tareas de retirada de las rocas. Una excavadora con martillo hidráulico fue desplazada al lugar para picar las rocas y convertirlas en otras más pequeñas y fáciles de retirar. La Consellería de Medio Ambiente confirmó que el cierre de este carril, entre el punto kilométrico 7,3 y el 6, se mantendrá hasta que la concesionaria elimine todas las rocas, limpie la cuneta y el talud y verifique después su estabilidad.

El 25 de noviembre de 2009 un conductor resultó herido leve después de que su turismo fuese desplazado tras la caída de toneladas de rocas en la autopista. Aquel incidente obligó a cortar dos carriles en dirección A Coruña durante dos meses y se hizo un desvió provisional del tráfico mientras los técnicos insertaban barras metálicas en el talud. Esta obra supuso un gasto de casi un millón de euros. Entonces también se apuntó a las lluvias intensas como posible causa del desprendimiento. En septiembre de 2010 también hubo otra caída de rocas en esta misma zona. Así los tres desprendimientos se produjeron entre septiembre y noviembre, con las primeras lluvias del otoño.

El Gobierno local de Arteixo solicitó a la concesionaria que realizase las oportunas labores de mantenimiento de esta vía para evitar nuevos incidentes como los ocurridos en 2009 y 2010. El BNG arteixán alerta de que esta autopista es una infraestructura a la que "hay que hacerle un seguimiento" detallado por la cercanía de una cantera, un gasoducto y las obras de acceso a Punta Langosteira. Acusa a la Xunta de "falta de control" sobre esta vía y critica que se mantuviese el cobro del peaje.