Atlantico

Vigo logra impulso para aliviar el tráfico de sus dos accesos

La AP-9 y la A-55, en su entrada y salida de la ciudad, condensan el mayor flujo circulatorio

A pesar de que la crisis ha tenido un efecto claro en la reducción del tráfico por carretera, los dos únicos accesos a Vigo siguen sufriendo en la entrada y salida a la ciudad una alta intensidad media de vehículos, la mayor en los tramos de estas vías, la AP-9 y la A-55.
El anuncio de la titular del Ministerio de Fomento de la licitación este mes de la ampliación del puente de Rande y de la reunión con empresarios para poner sobre la mesa una nueva alternativa a la autovía de Vigo-Porriño suponen un impulso para aliviar una situación que lleva esperando soluciones desde hace casi cinco años.
Tanto la AP-9, en el puente de Rande,  como la autovía a Porriño llegan a alcanzar picos de intensidad de 60.000 vehículos diarios con episodios de colapso habituales en la autopista durante el periodo de verano y en la autovía en los desplazamientos de fin de semana .
A la  afluencia de tráfico en la A-55 que de lunes a viernes se sitúa entre los 30.000 y 40.000 vehículos diarios, se suma el complejo trazado y la intensidad de vehículos pesados lo que la convierten en una de las de las vías de mayor riesgo por accidente.
De hecho, un estudio publicado recientemente por Automovilistas Europeos Asociados sobre los tramos de carretera más peligrosos de España sitúa al kilómetro 10 de la A-55 Vigo-Porriño en Mos, la famosa curva de Tameiga, a la cabeza en número de accidentes y víctimas. Fomento expondrá las alternativas para este trazado, entre ellas el nuevo estudio encargado y que retoma el antiguo proyecto de un túnel bajo Mos, además de una opción específica para el tránsito de vehículos pesados, que la ministra no ha concretado pero que podría pasar por liberar el peaje en Puxeiros.