La Voz de Galicia

Un conductor sale ileso tras matar tres caballos en A Gañidoira

El problema en la LU-540 con los animales sueltos sigue sin solución

De vuelta en casa, tras ser examinado en el Hospital da Costa, donde le diagnosticaron un pequeño traumatismo, el viveirense que ayer por la mañana chocó contra tres caballos cuando circulaba por la LU-540, reconoce que volvió a nacer.

El Opel Corsa que conducía cuando en la curva próxima al cruce de Viveiró se encontró de repente con un animal en medio de la calzada quedó destrozado. Una grúa se lo llevó a un depósito de As Pontes, con siniestro total. Cuenta que él va cada día a Lugo a trabajar y que tiene visto algunas reses muertas en las cunetas y sabe que ha habido accidentes por culpa de los animales, pero a él nunca le había ocurrido nada. El lunes y martes pasado se encontró caballos en la carretera, pero los esquivó, explica. Sin embargo ayer no le dio tiempo. Aparte de encontrárselos en una curva, había poca visibilidad por lo temprano de la hora y por la niebla. «Pensé que era uno, pero al bajarme vi que eran tres. Tuve suerte, el parabrisas del coche aguantó», afirma. Suerte, además, que no iba nadie en el asiento del copiloto, porque pudo haber ocurrido lo peor. Y suerte que fue a la altura del cruce de Viveiró, una zona ancha, que le permitió cruzar el coche y parar.

Varias veces alude a la amabilidad «exquisita» de la gente que transitaba por el lugar. A unos treinta metros, de frente, circulaban varios coches. Explica que el primero que paró le preguntó si no le dio luces un camión que iba delante, porque, le dijo, «está toda la carretera llena de caballos». Unas reses que, como es costumbre, iban sin crotal que las identificase. La propia Guardia Civil le informó, cuando les preguntó qué se hacía en estos casos, que era complicadísimo localizar a los dueños. También lo es que tomen medidas efectivas a pesar que recogieron en su día firmas pidiendo soluciones.