lunes, 13 de junio de 2016

Faro de Vigo

Los semáforos acaban con los accidentes en el punto negro de la estación de buses

-La Policía no ha registrado ningún siniestro tras casi dos meses con la nueva regulación - El número de infracciones es "mínimo" y Tráfico asegura que también mejoró la fluidez

De punto negro con accidentes de tráfico todos los días, a cruce seguro e incluso con circulación más fluida. Éste es el cambio radical que se ha producido en el caótico y complejo nudo de la estación de autobuses en el que confluyen Arquitecto Palacios, Avenida de Madrid, Gregorio Espino y Martínez Garrido. Cuando están a punto de cumplirse dos meses desde que la Concejalía de Tráfico decidió revolucionar su regulación apostando por algo tan sencillo como la instalación de semáforos -también se reordenaron los movimientos- los técnicos -pero también vecinos y comerciantes- no pueden estar más satisfechos. "Atestados no ha tenido que volver a intervenir en este punto desde la puesta en marcha de la semaforización", confirman fuentes oficiales del departamento de Seguridad.
La complejidad de este cruce radica en que en él confluyen dos de los flujos de tráfico más densos de Vigo: los vehículos que entran por el carril de servicio de la avenida de Madrid y los que lo hacen a través del cinturón de Arquitecto Palacios. En este punto, y en apenas 50 metros, los miles de conductores que lo atraviesan a diario debían entrecruzarse para proseguir su camino, ya sea por la estación de buses, Gregorio Espino o Martínez Garrido. El ceda el paso era antes la única "ley" que regía. Este hecho, unido a la mala visibilidad, provocaba que los golpes se sucedieran de forma constante. Ahora no. Dos semáforos al final de cada calle regulan en ciclos de 36 segundos, la entrada de todos los vehículos al nudo. El riesgo de colisión es mínimo y solo podría producirse por despistes o si algún piloto se salta el semáforo en rojo.
Los técnicos de Tráfico comenzaron a analizar firmemente este cruce el año pasado. Durante una campaña de control de ocho meses la Policía Local llegó a contabilizar casi 700 infractores que tomaban la salida hacia Anduriña para luego, en lugar de seguir de frente, realizar el giro prohibido a la izquierda hacia Martínez Garrido. Esta maniobra, además de estar vetada, suponía un riesgo para la circulación y desencadenaba más de un siniestro. Pero esta mala práctica parece que está ya también erradicada con la nueva regulación. En casi dos meses en marcha se detectó solo a siete conductores realizando este giro.
Finalmente, y según los técnicos municipales de tráfico, la semaforización también ha contribuido a mejorar la circulación. Particularmente en hora punta, cuando se contabilizan más de 900 vehículos cada 60 minutos desde Arquitecto Palacios. "Otro de los beneficios es la fluidez del tráfico, sobre todo en la avenida de Madrid y Arquitecto Palacios, donde se han eliminado las retenciones que se producían en determinados momentos", certifican.


"Antes eran diarios; uno por la mañana y otro por la tarde", afirman los vecinos

Comerciantes y vecinos certifican el éxito de la nueva regulación en el nudo de la estación de autobuses. "Antes había dos accidente cada día; uno por la mañana y otro por la tarde. Ahora han desaparecido por completo. La solución ha sido muy buena", reconoce José Vázquez, de la cafetería La Crepería, en Anduriña. En la misma dirección apunta Fátima Estévez, de Orona. "Ha dejado de ser un punto negro. Antes había golpes a cada momento. Cuando llovía era horroroso", recuerda.
Para mejorar la seguridad y reorganizar el cruce, Tráfico tuvo que suprimier casi 15 plazas de aparcamiento. Pero ello no ha molestado a negocios a los que daban servicio, como Carmetal o la cafetería O' Coca. "Se ha erradicado el punto negro, que era lo importante", reconoce José Pichel. "Fue una medida estupenda", agrega la hostelera Margarita Vila.


La doble fila bloquea la "turboglorieta" de Castelao


El éxito de la Concejalía de Tráfico instalando "turboglorietas" para reducir la elevada siniestralidad en rotondas y mejorar la fluidez de la circulación en estos cruces giratorios se está topando con el fantasma de la doble fila. Una de las leyes que rigen este tipo de glorietas es que los pilotos son guiados por un carril para evitar cambios y reducir el riesgo de colisión. Por ello, que todos estén despejados -tanto a la entrada como a la salida- es fundamental para su buen funcionamiento. Pero esto no está ocurriendo en todas. La más grande y compleja, la de Coia, es en la que los conductores más están sufriendo este problema. Particularmente los que suben por Martín Echegaray para ir hacia Castelao. Los que van por el carril derecho solo pueden realizar esta maniobra, pero al cruzar la rotonda se topan de frente con la habitual hilera de vehículos en doble fila, lo que no solo tapona constantemente este carril sino que obliga a los afectados a invadir los otros dos atravesando una línea continua.

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