martes, 20 de diciembre de 2016

La Voz de Galicia

Preocupación ante el incremento de menores sorprendidos conduciendo

La Fiscalía constata 83 casos desde el 2013, treinta de ellos en el último año

«Los delitos contra la seguridad vial [cometidos por menores] siguen experimentando un aumento» en la provincia. Así lo afirman los fiscales del área de Menores de Pontevedra en un informe incorporado a la última memoria anual del ministerio público.
Reseñan en sus conclusiones que desde el 2013 es una modalidad delictiva que ha ido creciendo paulatinamente, una circunstancia que también han verificado en el seno de Tráfico. La preocupación en ambos estamentos es más que evidente, si bien el documento de la Fiscalía deja claro que esta criminalidad no es la que ofrece las mayores cifras de delitos en las Rías Baixas.
En cualquier caso, y a falta de concretar los casos de este año, en el 2013 se tuvo conocimiento de diecinueve delitos viarios, una cifra que se incrementó en cinco casos apenas una año después. De las veinticuatro infracciones de índole penal en el 2014 se pasó a las treinta con las que se cerró el 2015.
La mayor parte de estos delitos, concretamente dos docenas, son por ponerse a los mandos de un vehículo careciendo de la perceptiva licencia o permiso administrativo. En cuanto a los seis casos restantes, en dos de ellos se abrieron diligencias judiciales por presuntas conducciones temerarias, mientras que las otras cuatro fueron motivadas por el hecho de que el adolescente dio positivo en controles de alcoholemia.
La mayor parte de estos expedientes no terminan en una condena propiamente dicha de internamiento en un centro de menores. La Fiscalía de Pontevedra señala que el procedimiento suele concluir con una medida extrajudicial, la que conlleva la realización de algún tipo de actividad en el ámbito de la seguridad vial.
Se trata de una posibilidad que contempla la Ley del Menor. En su artículo 19, expresa que en el caso de que «el hecho imputado constituya delito menos grave o falta», cabe la posibilidad de que el ministerio público desista de la continuación del expediente -sobreseimiento o archivo- cuando el menor en cuestión «se haya comprometido a cumplir la actividad educativa propuesta por el equipo técnico en su informe».
En todo caso, las fuentes consultadas dejan claro que es una medida que solo se puede aplicar en los delitos en los que no se haya empleado una violencia o intimidación de entidad.
El ministerio público mantiene vigentes convenidos con las Policías Locales de Pontevedra y de Vigo y son agentes municipales los que supervisan el cumplimiento de la medida acordada, mientras que los adolescentes son apercibidos de que su incumplimiento conllevara que el fiscal retome el expediente judicial con las consecuencias penales que eso puede acarrear.
El pasado año, cuatro adolescentes dieron positivo en diferentes controles de alcoholemia

 

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