La Voz de Galicia

La Guardia Civil disuelve una carrera ilegal de coches en Pontevedra

Al encuentro acudieron un centenar de vehículos y aproximadamente trescientos aficionados

Cuando se creía que las carreras ilegales en el polígono de O Campiño eran algo del pasado, estas citas han resurgido con fuerza y llegan a movilizar a cientos de aficionados. Así lo han podido confirmar los agentes del subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra, cuyos agentes disolvieron este fin de semana una concentración a la que habían acudido un centenar de vehículos y aproximadamente trescientos aficionados.

Los guardias pudieron comprobar que estas personas procedían de varios puntos de la provincia, si bien la mayoría están domiciliados en el entorno de la ciudad del Lérez. De nuevo las aplicaciones de mensajería móvil han sido fundamentales para convocar esta y otras quedadas en las que el aliciente es ver competiciones ilegales de motor y exhibiciones, en muchas ocasiones temerarias, en las que los conductores demuestran su pericia.

Desde la Guardia Civil precisaron que en la madrugada del sábado los agentes de Tráfico establecieron un dispositivo especial que constató que el entorno del parque empresarial había sido tomado por decenas de automóviles. De igual modo, un importante número de estos vehículos «estaban utilizando los distintos viales del polígono industrial de O Campiño para llevar cabo imprudentes exhibiciones de conducción evasiva, con bruscos acelerones y derrapajes sobre el asfalto». Tales conductas, según añadieron desde la Guardia Civil, pusieron «en evidente riesgo tanto la integridad física de los pilotos como de los demás usuarios y espectadores».

Tráfico denunció a 14 conductores por la vía administrativa, cinco de ellos por conducir de forma temeraria o negligente, mientras que tres dieron positivo en sustancias psicoactivas. A otros tantos se les multó por distintas infracciones a la normativa de vehículos, a otros dos por no respetar la señalización de prioridad y, finalmente, a uno por no utilizar los dispositivos de seguridad.

Estas personas se enfrentan a importantes sanciones, que van de los 500 euros en el supuesto de conducciones temerarias a los 1.000 con los que se castiga la presencia de drogas. En ambos casos, se exponen a perder seis puntos.