Once vigueses afrontan 25 años de cárcel por falsos choques en rotondas
La Fiscalía les acusa de simular una decena de accidentes para estafar a los seguros
Once vigueses se sentarán en el banquillo el 14 de septiembre en el que se considera el mayor juicio contra una banda de rotonderos,
término judicial que etiqueta a los estafadores especializados en
embestir a otros coches y provocar accidentes en las rotondas para
cobrar el seguro por lesiones leves. La vista se celebrará en el juzgado
de lo penal número 3 de Vigo.
El Ministerio Fiscal solicita en
conjunto 23 años de cárcel para la banda. Individualmente, pide 2 años y
medio para los dos jefes y dos años para el resto. La Fiscalía acusa a
dos cabecillas y nueve cómplices de estar conchabados para simular diez
accidentes a lo largo de cuatro años en distintos puntos de Vigo, entre
el 2012 y 2016, según reflejan los distintos atestados policiales que
recogieron los hechos. La policía señala que en algunos de estos
siniestros colisionaron varios vehículos. Las aseguradoras sospecharon
de algunos implicados con un largo historial de mala suerte al entrar en
las rotondas y otros cruces conflictivos de Vigo.
La investigación corrió a cargo del juzgado de
instrucción número 3 de Vigo, que estudió los atestados de diez
accidentes, entre ellos los del 23 de febrero del 2012, el 24 de octubre
del 2014 e incluso en julio del 2016. La Fiscalía y las aseguradoras
llegaron a la conclusión de que los cabecillas podrían haber montado una
trama fraudulenta para provocar accidentes de forma que la culpa
recaiga en un conductor ajeno a los hechos. El método de los rotonderos
consistía en salir del coche y ofrecerse amablemente a firmar un parte
amistoso para que las aseguradoras paguen rápido los gastos médicos y de
reparación del vehículo. Los supuestos estafadores remitían luego las
facturas por las asistencias médicas a los ocupantes por supuestos
dolores en las cervicales, algo que el doctor no puede desmentir porque
no hay lesión visible y se debe fiar del paciente. La idemnización
habitual para este tipo de lesión ronda los 800 o 1.000 euros pero puede
dispararse si incluye la rehabilitación.
La jueza, si ve delito, fijará en el juicio la cuantía exacta del dinero estafado a las aseguradoras.
«Rotonderos», el nombre por el que ya se conoce a este tipo de delincuentes
A
las figuras delictivas del descuidero (hurta joyas, móviles o carteras
en un despiste de la víctima), los butroneros (abren agujeros en locales
colindantes a bancos o joyerías) o la banda del gas (usa bombonas para
volar cajeros automáticos) se suma ahora el «rotondero». Así ha
bautizado el personal de los juzgados a los estafadores especializados
en embestir a coches que circulan por las rotondas para luego cobrar el
seguro por los gastos médicos de los accidentados (que son cómplices).
Otra variedad consiste en llenar un coche con amigos y familiares y
estrellarlo contra otro vehículo repleto de colegas del barrio. Hasta
nueve personas pueden reclamar al seguro por sus lesiones médicas
ficticias (supuestos dolores por esguince cervical que el doctor se
limita a anotar en el parte). Casualmente, el conductor culpable del
accidente sale ileso y es el único que no pide indemnización. En el caso
de los «rotonderos», el segundo conductor es inocente e ignora la
trama.
Media docena de juicios a conductores por timar a sus compañías
Los
juzgados de Vigo han celebrado en los últimos años media docena, como
mínimo, de juicios contra acusados de provocar accidentes en la rotondas
o simular accidentes para cobrar el seguro médico. A veces usan los
coches sin el permiso de su titular.
Este mismo año, en mayo, fueron juzgados nueve supuestos rotonderos
por causar tres accidentes en la rotonda de Gran Vía con Islas Baleares
en el 2012 y el 2013. Ellos negaron las acusaciones. El conductor
siempre era el mismo y aseguró que iba por el carril central, señalizó y
trató de esquivar al coche contrario, que invadió su espacio.
El pasado marzo, un vigués y su tía fueron condenados
por estafar al seguro e intentar engañar al juez para cobrar una
indemnización de casi 4.000 euros mediante una denuncia por un falso
accidente de moto y coche.
Uno de los juicios más multitudinarios
se celebró en julio del 2016 en la Audiencia en Vigo. Una aseguradora
quiso probar que ocho implicados en un accidente en una cuesta de Coia
en el 2012 estaban compinchados porque se conocían entre sí, ya que
sumaban 27 amigos comunes en Facebook. El tribunal replicó que ser
«amigo» en la red social no probaba que hubiese una relación personal.
Algunos ocupantes quedaron absueltos por falta de pruebas de su
complicidad.
En el 2015, cinco mujeres y dos varones aceptaron entre
3 y 6 meses de cárcel por estafar más de 17.000 euros a una compañía de
seguros a la que engañaron con un falso accidente de tráfico en Vigo en
el 2009 y lo intentaron con otro. El cabecilla no fue al juicio porque
se había fugado.
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