5.200 muertos en la carretera desde 1997
Los accidentes se han cobrado la vida de miles de gallegos. La mejora de carreteras y vehículos, las políticas de seguridad vial y la concienciación social auguran un futuro mucho más seguro
redacción / la voz
En 1997 hubo 466 muertes en las carreteras
gallegas. Un año después, el luto se extendió a 482 familias. Eran los
peores años para un tráfico marcado por los excesos de velocidad, por
las pésimas carreteras, por el escaso uso del cinturón de seguridad y
por las decenas de peatones que se dejaban la vida cruzando la carretera
frente a sus casas. En los últimos veinte años 5.226 personas han
perdido la vida en accidentes ocurridos en las carreteras gallegas. Las
cosas han cambiado mucho, pero todavía muere gente en la carretera. Son
ya 69 víctimas mortales este año, la última, una joven que viajaba de
acompañante en un coche que se estrelló el sábado contra una casa en A Estrada.
Víctimas mortales de tráfico en Galicia
La mejora de las carreteras y de los vehículos y, sobre
todo, una mayor concienciación ciudadana han conseguido reducir las
cifras de muertes en las carreteras en Galicia y en el conjunto de
España. Pero aún queda mucho por hacer para llegar al objetivo de cero
víctimas. El tráfico del futuro apuesta por una movilidad más segura que
conceda más protagonismo al peatón y al ciclista, los colectivos más
vulnerables del tráfico.
el reto de las ciudades
Más zonas peatonales
Y menos coches. Ese es el gran reto de los responsables de la seguridad vial.
La Dirección General de Tráfico ya trabaja con los responsables de la
movilidad en las ciudades para que participen de las propuestas
dirigidas a calmar el tráfico interno, con más calles limitadas a 30
kilómetros por hora y concediendo más espacio a los peatones. Se trata
de lograr zonas seguras para caminar, o para andar en bicicleta o en
moto.
carreteras inteligentes
Más seguridad
El
diseño de las nuevas carreteras deberá compaginar las altas
prestaciones con la máxima seguridad. La tecnología juega un papel
importante y Galicia es un ejemplo de aplicación de equipos avanzados,
como el que funciona en el tramo de niebla de la A-8, en Mondoñedo.
Los constructores lanzan propuestas de mejoras para evitar salidas de
vía y para minimizar las consecuencias de los accidentes. El futuro pasa
por que las carreteras convencionales ofrezcan los máximos estándares
de calidad y seguridad similares a los de autovías y autopistas.
los excesos de velocidad
Más radares
La
masiva implantación de radares fijos en las carreteras españolas tuvo
una decisiva influencia en la disminución de la accidentalidad
registrada en los últimos años. Al margen de las críticas a este sistema
de vigilancia, los técnicos de Tráfico saben que cuando se coloca un
radar en un tramo de elevada siniestralidad la situación se normaliza a
los pocos días y se reducen los accidentes. Por eso, la DGT apuesta por aumentar el número de radares incorporando unos dispositivos portátiles en las nuevas motocicletas de la Guardia Civil.
menos alcohol
El debate de la tasa cero
Una
reciente encuesta reveló que cerca del 70 % de los conductores estarían
de acuerdo con implantar la tasa cero de alcohol. Que para conducir no
se pueda beber ni una gota, que no haya niveles, como ya sucede en la
actualidad con las drogas. Tráfico ya ha dejado caer su intención de
aplicar la tasa cero de alcohol a conductores noveles y a
transportistas. Las consecuencias del alcohol al volante no dejan lugar a
la duda. Un tercio de los conductores que mueren en accidente presentan
exceso de alcohol o de drogas, y cada fin de semana la Guardia Civil aparta de las carreteras gallegas a decenas de conductores bebidos.
la edad de los vehículos
Un parque móvil envejecido
Una
gran parte de los vehículos que circulan por la red de carreteras
gallegas tienen más de diez años. Es un parque móvil envejecido que
aleja de las nuevas tecnologías de seguridad a muchos conductores y
pasajeros.
el cinturón de seguridad
Un dispositivo esencial
Sorprende
que en solo una semana más de 200 conductores y pasajeros fuesen
denunciados en Galicia por no llevar puesto el cinturón de seguridad,
sobre todo cuando se sabe que el riesgo de muerte se multiplica sin ese
dispositivo. La DGT ha instalado cámaras especiales para detectar su uso entre los conductores.
más ciclistas y peatones
Los más vulnerables
Son
los que se llevan la peor parte del tráfico. Y a ellos van dirigidas
las últimas propuestas de los responsables de Tráfico. Se trata de
darles más protección, de hacerlos más visibles. Son la apuesta de
futuro del tráfico.
Pontevedra, el compromiso con la seguridad vial
Cidades sen perigo, estradas sen vítimas
fue el lema que presidió el acto central en Galicia con el que el
domingo se conmemoró el día en recuerdo de las víctimas de tráfico. Con
la asistencia de Stop Accidentes y de la conselleira de Infraestruturas,
Ethel Vázquez, el escenario no podía ser otro que la ciudad de
Pontevedra, referente internacional en la aplicación de medidas de
calmado de tráfico y en el fomento de la convivencia entre vehículos y
peatones como eje de una política de seguridad vial que ha dado como
resultado una década sin víctimas mortales en el casco urbano.
El acto se celebró en un paraje natural
-y obviamente peatonal- próximo al centro de la ciudad, la Illa das
Esculturas. Allí llegaron caminando la presidenta de Stop Accidentes,
Jeanne Picard, la conselleira, el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y
decenas de personas. Entre otras, grupos de moteros procedentes de Vigo
y Ourense, que participaron en la celebración y dejaron sus vehículos
aparcados a varios centenares de metros del lugar del acto.
En
su intervención, Picard puso el dedo en la llaga al recordar que el
número de fallecidos en las carreteras españolas se incrementó el año
pasado un 7 %, alcanzándose la cifra de 1.810 muertos y 9.755 heridos
graves. Se mostró «indignada» por la inactividad de los Gobiernos que
siguen sin cumplir los compromisos fijados por la ONU y demandó un pacto
de Estado por la seguridad vial.
Ethel Vázquez, por su parte, invitó «ao conxunto da sociedade» a implicarse en promover los valores del respeto y la responsabilidad al volante «e estender a cultura da seguridade viaria».
Destacó iniciativas llevadas a cabo desde la Xunta para eliminar tramos
de concentración de accidentes en las carreteras autonómicas.
«Non son accidentes»
«Se son evitables, non son accidentes». Así de contundente se mostró, por su parte, el alcalde pontevedrés, que cerró el acto. Fernández Lores insistió en que «non é de recibo que morran 1.800 persoas ao ano nas estradas»
y aludió a la responsabilidad de los alcaldes de las ciudades para
desarrollar políticas que mejoren la seguridad, como la que viene
desarrollando en Pontevedra desde hace años. «Nos espazos urbanos non hai excusa que valga -enfatizó-: a
responsabilidade é exclusivamente dos alcaldes. Fixar a velocidade
máxima, favorecer o tránsito peonil, e promover a convivencia».
Lores subrayó que eliminar el tráfico
«innecesario» del centro de las ciudades hacen de estas un espacio más
seguro y más atractivo.
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