Los radares fijos recaudaron en Galicia seis millones por excesos de velocidad
Los 60 dispositivos de la red gallega impusieron este año 400 denuncias al día
Es la infracción más cometida en Galicia. El exceso de velocidad se sitúa en el primer lugar en el número de denuncias tramitadas por la Dirección General de Tráfico (DGT), lo que se traduce en más de seis millones de euros recaudados este año en multas por excesos de velocidad detectados por los cerca de 60 radares fijos que se encuentran situados en las carreteras gallegas. Los datos han sido revelados por el Gobierno central en una respuesta al diputado socialista Miguel Ángel Heredia, y hacen referencia a las cantidades recaudadas por la DGT hasta el pasado 21 de noviembre. Hasta ese día, los radares fijos tramitaron en Galicia más de 145.000 denuncias a conductores que sobrepasaron los límites de velocidad fijados en los tramos vigilados. Esas denuncias supusieron el pago de sanciones económicas por un total de 6.583.651 euros, una cifra ligeramente inferior a la recaudada en el conjunto del año pasado, que fue de casi once millones de euros, aunque hay que tener en cuenta que los datos no incluyen el mes de diciembre.
La mayoría de las denuncias por excesos de velocidad captados por los radares fijos de la DGT se impusieron en carreteras de la provincia de A Coruña,
donde se detectaron 59.000 infracciones, seguida de la de Lugo, con
casi 37.000. Después aparecen Pontevedra, con 30.000 denuncias, y
Ourense, con 20.000.
El importe recaudado por el cobro de
multas por excesos de velocidad sigue el mismo orden, con 2.702.000
euros en la provincia de A Coruña, seguida de Lugo, con 1.629.000 euros;
Pontevedra, con 1.392.000, y Ourense, con 859.000.
Gran parte de las denuncias de velocidad corresponden al primer tramo de sanción,
que supone una multa de 100 euros, sin pérdida de puntos. Los
siguientes tramos de sanción son de 300 euros, y la retirada de 2
puntos; 400 euros y 4 puntos; 500 euros y 6 puntos, y 600 euros y 6
puntos. En todos los casos, la sanción se reduce a la mitad en caso de
pronto pago.
Analizando los datos ofrecidos por el
Gobierno al diputado socialista, que abarcan hasta el año 2011, no hay
grandes variaciones en el número de denuncias y dinero recaudado en
sanciones por velocidad en comparación con los años anteriores. Solo
destacan las cifras del 2015, cuando se dispararon tanto el número de
denuncias como el dinero recaudado. Ese año, el total del dinero pagado
por los conductores en multas por infracciones de velocidad captadas por
los radares fijos superó los 17 millones de euros en Galicia, con más de 309.000 denuncias impuestas en ese ejercicio.
Siete radares muy activos
En
Galicia se encuentran siete de los radares fijos que más multas de
España. El que más infracciones detecta es el de O Marquiño, cerca de
Santiago, en la carretera N-634, en un tramo limitado a 50 km/h.
Los otros seis son el de la N-120, en Vilamartín, con límite de 80; el
de Fene, a la salida del puente de As Pías, con límite de 50; el de Mos,
en la autovía A-55, limitado a 60; el de Redondela, en la N-550, con
límite de 50; el de O Pino, en la N-547, con limitación de 70, y el de
Baralla, en la A-6, con límite de 120.
En la respuesta del Gobierno se indica
que España tiene uno de los porcentajes más bajos de Europa en número de
radares. Y advierte de que el año pasado hubo 1.810 muertos en las carreteras españolas y la velocidad fue uno de los principales factores de riesgo en los accidentes con víctimas mortales.
Respecto
al dinero recaudado en multas por excesos de velocidad, el Gobierno
asegura en su respuesta que el total de las cantidades recaudadas por
estas sanciones se destina al mantenimiento de la Agrupación de Tráfico
de la Guardia Civil, lo que incluye el pago de nóminas, vestuario,
vehículos e instalaciones), también a los ocho centros de gestión del
tráfico existentes en España, entre ellos el situado en A Coruña, y al
sostenimiento de las patrullas de helicópteros de la DGT.
Muere una mujer de 82 años al ser atropellada en la carretera N-547, en O Pino
Una
mujer de 82 años de edad y vecina de O Pino murió en la mañana de ayer
víctima de un atropello cuando cruzaba la N-547 (Santiago-Lugo) sobre
las siete y media de la mañana. El accidente se produjo en el punto
kilométrico 83,6 de la carretera, en las inmediaciones del cuartel de la
Guardia Civil, cerca de la Casa do Concello de O Pino.
No
se descarta que la mujer, Carmen Salmonte Varela, vecina de Pereira, se
dirigiese al centro de salud de la localidad para realizar una consulta
médica. Tras el accidente, la mujer fue trasladada con vida al Hospital
Clínico de Santiago, pero murió sobre las diez de la mañana.
El equipo de atestados de la Agrupación
de Tráfico de la Guardia Civil mantiene abierta una investigación para
esclarecer las causas del accidente y sus conclusiones se remitirán al
juzgado de Arzúa.
Camionero drogado en Vilalba
Mientras,
guardias civiles del destacamento de Tráfico de Vilalba interceptaron
en el municipio vilalbés, en el kilómetro 55,900 de la autovía
Ferrol-Vilalba (AG-64), a un caminero que dio positivo en consumo de
drogas de varios tipos: cocaína y opiáceos. El chófer, de 37 años de
edad y de nacionalidad portuguesa, dio positivo en las pruebas que le
realizaron los agentes, y además, en un registro en la cabina del
vehículo, los agentes encontraron los utensilios necesarios para poder
consumir las sustancias detectadas en el organismo del camionero.
El camión fue interceptado por los
agentes cerca de la rotonda de Grandisca, en la zona en la que la AG-64
confluye con la autovía del Cantábrico (A-8).
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