Los nuevos radares, más escurridizos
La Guardia Civil prueba los nuevos radares láser, que podrían entrar en servicio antes de la Semana Santa
Son tan pequeños que van a formar parte de la equipación que llevarán las motos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
Y son tan versátiles que pueden ser colocados en casi cualquier sitio,
en las propias motos, en trípodes e incluso añadidos a los guardarraíles
de la carretera. Los nuevos radares láser portátiles de la DGT,
que por su tamaño son más difíciles de localizar por los conductores,
se utilizarán principalmente en carreteras convencionales en las que no
hay controles fijos de velocidad y en los tramos en los que se considere
necesario debido a su elevada siniestralidad.
Estos equipos están siendo sometidos ahora a
un período de pruebas en la Academia de Tráfico de Mérida, donde
guardias civiles de toda España adquieren destreza en su manejo. De
hecho, en carreteras de Extremadura ya se han podido ver estos días
algunos de estos radares instalados en guardarraíles para comprobar su
funcionamiento aunque aún no denuncian. Algunas fuentes apuntan a la posibilidad
de que estos radares estén totalmente operativos este mismo mes, de
manera que ya puedan ser distribuidos a las agrupaciones de Tráfico de
toda España y entrar en servicio durante la Semana Santa, cuando se produce la operación con mayor número de despazamientos de vehículos del año.
Está previsto que para Galicia vengan cinco de los 60 radares que adquirió la DGT.
Irán incorporados en las nuevas motos estrenadas a principios de este
año por los motoristas de Tráfico. La empresa Veloláser, que
comercializa estos radares de última generación, destaca que su montaje
es sencillo y rápido, y que esa operación puede realizarse en menos de
un minuto. Su funcionamiento es sencillo ya que se activa a través de
aplicaciones de dispositivos móviles sin cables.
Los
radares Veloláser controlan velocidades de hasta 250 km/h en dos
carriles y en ambos sentidos de circulación. Otra de sus características
destacadas es que distingue entre las velocidades de turismos y de
vehículos pesados para poder sancionar en función de los límites fijados
para cada tipo de vehículo.
Quienes conocen este tipo de dispositivo láser señalan su
tamaño y su versatilidad como dos de sus principales características.
Aunque preferiblemente será llevado en las motos de la Guardia Civil,
este equipo puede ser transportado en cualquier vehículo patrulla, desde
donde podrá ser activado en el tramo de carretera que se considere
necesario. El equipo de vigilancia de la velocidad puede ser
manejado a distancia desde cualquier dispositivo móvil que se encuentre
conectado al sistema mediante wifi o a través de redes 3G y 4G.
Los nuevos radares elegidos por la DGT para controlar la velocidad están
preparados para funcionar de día y de noche ya que disponen de un
sistema infrarrojos que permite su total operatividad en condiciones de
poca visibilidad.
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